SÍNDROME POSTVACACIONAL: ¿ES INEVITABLE?

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Psicólogos en Oviedo.  

El síndrome postvacacional acecha a miles de personas que terminan ahora sus vacaciones. Como psicólogos en Oviedo, uno de los centros laborales por excelencia de la región, con multitud de oficinas, sedes centrales de empresas y polígonos industriales circundantes, no son pocos los trabajadores o empresarios que se acercan a nosotros aquejados de esa sensación de desasosiego e inquietud propia de la vuelta al trabajo en estas fechas y que afecta a tantas personas.

Sin embargo, desde el punto de vista psicológico y pese a su nombre, no estamos tanto ante una enfermedad como ante una reacción psicoemocional muy común y extendida más de lo que se cree. De hecho, aunque la OMS no reconoce al síndrome postvacacional como verdadera enfermedad o padecimiento psicológico, en sus manifestaciones más agudas la vuelta a la rutina diaria y el fin del modo de vida adoptado durante las vacaciones puede llegar a degenerar en una verdadera depresión y repercutir en la salud mental de las personas. Esto, naturalmente es mucho más frecuente en personas cuyo nivel de insatisfacción ante el trabajo desempeñado es realmente elevado y, muy particularmente, en aquellas personas que sufren algún tipo de situación, próxima o real, de acoso laboral, pues la vuelta la al trabajo en estos casos no supone sino retomar unas circunstancias  previas que ya incidían en el bienestar y el equilibrio psicológico.

Según un estudio de la Universidad Abierta de Cataluña, dirigido por Mireia Cabrero, la incidencia del llamado síndrome postvacacional  alcanzaría al 65 % de las personas adultas que se incorporan a su trabajo después de las vaciones. De estos,  un 20 % aproximdamente superaría esta situación en apenas dos días, mientras que al 35 % le podría llegar a costar hasta dos semanas de adaptación y requerir incluso el apoyo de un psicólogo.

Es interesante resaltar que también los niños pueden padecer este síndrome en su vuelta al colegio, en el que muchas veces el sometimiento a rutinas y disciplina de horarios es mucho más brusco y contrasta con el modo de vida llevado a cabo en el período vacacional.

Para evitar los problemas derivados del síndrome postvacacional nuestro primer consejo en Vivat Psicólogos Oviedo debería ser: cambia de trabajo, si este no te satisface o te genera frustración e infelicidad. Sin embargo, somos conscientes de que ésta no es una solución viable en la mayoría de los casos o que pueda llevarse fácilmente a la práctica en los tiempos que corren.

Como psicólogos en Oviedo, con experiencia en tratamiento de mobbing y otros problemas  relacionados con el mundo laboral de los adultos, en Vivat aconsejamos enfrentarse a las tareas pendientes acumuladas durante las vacaciones acotándolas muy estrictamente, para de ese modo poder abordarlas progresivamente, evitando así la sensación abrumadora y opresiva de que existe un montón de trabajo por hacer.

También es recomendable tratar de conservar, en la medida de lo posible alguno de los hábitos o rutinas llevadas a cabo durante las vacaciones, para mitigar el contraste entre ambas situaciones. Un paseo a última hora o salir a tomar una cerveza a una terraza por la tarde pueden ayudar a favorecer un tránsito menos traumático a la vida laboral activa.

Sin duda, realizar actividades saludables como salir a correr o a nadar, ayudarán a mejorar nuestras sensaciones y tratar de llevar a cabo una vida más al aire libre, mientras el tiempo lo permita, como generalmente se suele hacer en vacaciones, funcionarán como un bálsamo reparador de cualquier carga negativa que adquiramos durante la jornada laboral.

En definitiva, se trataría de intentar seguir haciendo el mayor tiempo posible lo que hacíamos en vacaciones o, en su defecto,  sustituirlo por actividades que nos proporcionen sensaciones placenteras parecidas. El mero hecho de introducir pequeños cambios en nuestra rutina diaria, como por ejemplo acudir al trabajo por un itinerario diferente, o romper viejas y nocivas costumbres asociadas al ámbito laboral – como salir a fumar  en los descansos – nos hará sentir, siquiera levemente, cómo si alguna parte de nosotros siguiera de vacaciones.