ASTENIA PRIMAVERAL Y CAMBIO DE CICLO

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Cambio de ciclo. Por Vivat, Psicólogos en Oviedo

 

¿Preparados para la primavera?

Es un tópico recurrir a los padecimientos de los alérgicos para contraponer los efectos adversos de la primavera a sus bondades. Desde el punto de vista psicológico es cierto que la primavera puede acarrear ciertos desafíos que no todos los sujetos encajan por igual. El incremento de horas de de luz y el cambio de horario está demostrado que afecta a nuestros biorritmos pero también influye en nuestro estado de ánimo. Por otra parte, la renovación que supone el cambio del ciclo vital desde el letargo y la caducidad presentes en el medio natural a la regeneración puede ser un arma de doble filo.

Presenciar el estallido de la vida inundándolo todo puede tener un efecto emocionalmente adverso. Quienes sufren depresión, ansiedad, angustia o agorafobia pueden percibir su situación de una manera más doliente, por contraste.

Por otra parte, los desequilibrios meramente orgánicos en cuanto a alteración del patrón de horas de sueño o la prolongación de la actividad hasta horas más tardías, también pueden tener efectos fisiológicos más profundos. Y, por supuesto, producir la llamada astenia primaveral. La alteración de esos ritmos circadianos suele afectar a la segregación de determinadas hormonas como las endorfinas, el cortisol o la melatonina.  Por eso, desde Vivat Psicólogos en Oviedo, os ofrecemos una serie de consejos para encajar el cambio de estación desde el punto de vista de la alimentación y los hábitos saludables, con indudables efectos en nuestro estado de ánimo.

¿Eres lo que comes?

Durante los meses de invierno acumulamos más toxinas de la cuenta en nuestro organismo, ya que e una dieta alta en grasas, tiende a ser más a hacer nuestras digestiones más densas y prolongadas. Si a eso le sumamos la falta de luz, las bajas temperaturas y que los días nos parecen más cortos, nuestros hábitos de vida sin duda se acomodan a un ritmo más sedentario.

Todos estos factores acaban por congestionar el cuerpo y alterar las funciones normales del hígado, el intestino y el buen estado de la piel. Generamos un proceso inflamatorio global por la acumulación de estas toxinas, que da lugar a un estado de fatiga, debilidad e inmunosupresión, que sumados con el desarrollo de otras sintomatologías como digestiones difíciles, trastornos intestinales, estado de somnolencia y pesadez, afectan negativamente a nuestra calidad de vida. Y a nuestra manera de encarar el día a día.

La estación de la regeneración

Se recomienda hacer depuración sobre todo en los cambios estacionales, pero sobre todo en los dos más radicales, como serían la primavera y otoño. Es una manera de limpiar el organismo, llenarlo de vitalidad y restablecer el equilibrio fisiológico natural.

Con el inicio de la primavera, el cuerpo nos va pidiendo platos más ligeros, que aporten todos los nutrientes esenciales, pero sobre todo, está falto de los vegetales de temporada, el alimento estrella, ricos en antioxidantes, vitaminas y minerales.

Los nutricionistas recomiendan comer fruta de temporada entre horas, eliminar los procesados y las grasas saturadas e incrementar el consumo de ácidos grasos omega-3, presentes en el aceite de lino, en el cáñamo, en las semillas de sésamo o las nueces, ya que tienen un gran poder antiinflamatorio.

Hay que asegurar, además, un aumento del consumo de agua y líquidos, como pueden ser infusiones de té verde, alcachofera o diente de león; alimentos crudos y diferentes tipos de cocciones.

En una ciudad como Oviedo una simple salida a nuestro parque por excelencia, puede suponer también un contacto diario con la nueva estación. Y ayudarnos a ser conscientes de cómo todo cambia a nuestro alrededor para tratar de cambiar nosotros mismos. Siempre que resulte indicado, claro está.

La depuración como paso previo para el control

El hecho de eliminar de forma natural las toxinas acumuladas en nuestro organismo, sobre todo de un órgano tan vital como el hígado, nos ayudará a mejorar su función. Conduciremos a nuestro cuerpo hacia un equilibrio que produce un círculo virtuoso de actividad física – alimentación más sana – y estado de ánimo positivo. Recuperando ciertos hábitos, ayudaremos a descongestionar las células que forman el tejido adiposo y mejoraremos su función, reduciendo la resistencia a someter al cuerpo a mayor actividad.

De esta forma, mediante una dieta equilibrada y la práctica de ejercicio físico al aire libre, ya que el buen tiempo es más generoso y nos lo permite, generamos unos hábitos de alimentación y vida saludables. El resultado será recuperar esa sensación de control tanto sobre nuestro propio organismo como sobre nuestro estado de ánimo.

Los objetivos de una acomodación de nuestros hábitos a la nueva estación no han de ser solo físicos, sino también anímicos. Más allá de controlar la acumulación de grasas, nos permitirán reducir el estrés, sentirnos mejor con nosotros mismos, mantener un estado de ánimo más regular y positivo. A ello contribuiremos si conseguimos alcanzar unos niveles de glucosa más estables y, a la vez, acabar convirtiendo la grasa en energía y vitalidad.  Y esto nos permitirá, a su vez, aprovechar esas horas extra de luz.

Mantener un peso adecuado no se debe basar simplemente en una cuestión estética, sino que se debe entender que el sobrepeso y la obesidad son uno de los principales factores de riesgo de enfermedades metabólicas y cardiovasculares, como diabetes, colesterol, hipertensión, enfermedades del corazón; Sin olvidar su vertiente psicológica en forma de depresión, agotamiento, inestabilidad emocional e irritabilidad.

Sustancias naturales que nos pueden ayudar

Una depuración completa puede ser un comienzo de la recuperación frente a algunos trastornos tanto mentales como meramente digestivos o mixtos. Se trataría de ayudar a nuestro organismo a adaptarse mejor a los cambios emocionales y estacionales. Lo físico y lo psíquico demuestran aquí una más de sus muchas interacciones.

Los extractos de plantas con propiedades depurativas no solo favorecen los procesos fisiológicos de depuración de la función hepática, sino que actúan también en los procesos digestivos, tránsito intestinal y drenaje de fluidos corporales. El objetivo es promover una depuración de la piel, nuestro organismo y, por ende, de nuestra mente.

Algunos ejemplos de plantas que pueden influir en la actividad depuradora de nuestro organismo son el cardo mariano, la fumaria y diente de león, la alcachofera, la zarzaparrilla, el tamarindo, la bardana y la ortiga.

Asimismo, algunos extractos vegetales pueden ser de gran ayuda como estrategia complementaria. Un ejemplo interesante podrían ser las catequinas que hay en las hojas del té verde, que influye también como protección frente al daño oxidativo.

Otro extracto vegetal que destacar es la glabridina del regaliz, indicada como ayuda para disminuir la grasa corporal, especialmente la visceral. Podría ser una buena opción para deportistas, personas con obesidad abdominal o mujeres menopáusicas.

Nuestra meta

La entrada de la primavera es el mejor momento del año para realizar una depuración general de nuestro organismo, a la vez que contribuimos al control del peso corporal, estamos recuperando la energía perdida durante los fríos días de invierno y comenzaremos a sentirnos bien con nosotros mismos, para afrontar los retos de la nueva estación.

El ejercicio físico aeróbico, una alimentación sana y equilibrada y la ayuda de complementos alimenticios basados en extractos de plantas pueden ser un buen comienzo. Y buscar el soporte profesional de un psicólogo puede ser el paso definitivo para superar aquellas dificultades que no nos vemos capaces de salvar por nosotros mismos.

Desde Vivat Psicólogos en Oviedo os animamos contactar por e-mail o en nuestro teléfono 647 616 404.