DORMIR BIEN ¿MISIÓN IMPOSIBLE?

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Cada vez es más habitual acudir al psicólogo por parte de aquellas personas aquejadas de insmonio. Entre los múltiples trastornos del sueño, el insomnio se caracteriza por la imposibilidad de alcanzar una experiencia de sueño satisfactoria. Dormir bien implica los beneficios del descanso mental y físico asociados a lo que conocemos como un sueño reparador. Desde Vivat Psicólogos en Oviedo nos gustaría daros algunas claves para afrontar los problemas de insomnio.

Lo primero es identificar el problema. Tendremos un problema de insomnio cuando nos hallamos en alguna de estas tres situaciones.

- Nos cuesta dormirnos al inicio de la noche.
– Tenemos frecuentes despertares o uno sólo a lo largo de la noche pero que hace imposible volver a conciliar el sueño
– Nos despertamos antes de tiempo, demasiado temprano.

¿Existen causas psicológicas del insomnio?

Además de patologías de caracter exclusivamente físico o neurológico, las situaciones de insomnio pueden verse producidas por factores psicológicos. Analicemos algunas de ellas:

1. Predisposición natural

A veces se trata de una mera predisposición a dormir mal basada en nuestra peculiar configuración de los llamados ritmos circadianos. Existen personas que por su propia naturaleza se activan por las mañanas y llegan a la noche agotadas y otras a las que que les cuesta más arrancar por la mañana pero alcanzan mayor frescura y proactividad en las horas vespertinas.

2. Estrés latente o persistente

Las situación estresantes padecidas durante el día suelen replicarse en nuestros pensamientos a la hora de irnos a dormir. El estrés laboral o de cualquier otra índole puede proyectarse más allá de nuestra jornada, llevándonos nuestros problemas a la cama o anticipando los que nos esperarán al día siguiente en nuestro puesto de trabajo. Y lo mismo con cualquier otra situación de estrés.

3. Insomnio fisiopsicológico

La presión para dormirse puede actuar como un potenciador del insomnio. La preocupación por la falta de rendimiento diario y las consecuencias de la fatiga producida a veces nos incitan a abordar la simple tarea de irse a la cama a descansar como algo que requiere un esfuerzo. Esto no hace más que agravar el problema. Es lo que se llama insomnio aprendido y lleva a algunas personas a dormirse con dificultad si lo hacen en su propia cama pero no en una ajena o en cualquier otro lugar, por ejemplo.

4. Hábitos nocivos o desordenados como consuecuencia de problemas psicológicos

Los problemas de adicción o la mera ansiedad, la depresión o los trastornos de la personalidad pueden ser causantes de conductas y actitudes durante el día que inciden en nuestro sueño.

La ingesta de alcohol puede producir un sueño pesado al principio pero ser el causante de algunos desperares nocturnos y de la consiguiente dificultad para concilar el sueño después. Y lo mismo cabe decir de los estupefacientes. Conviene evitar asimismo el consumo de estimulantes como la cafeína o la teína, por su propia definición. Los horarios irregulares o caóticos que provocan acostarse a horas muy difierentes o inmediatamente después de una actividad física intensa también son altamente perjudiciales para una buena higiene del sueño.

Los despertares tempranos pueden estar asociados a cuadros de depresión y el insomnio en general ser una de las consecuencias de los trastornos de ansiedad y de estrés postramáutico. Ante estas situaciones el psicólogo deberá abordar el tratamiento de esas patologías como paso previo para superar el insomnio.

¿Hay otras causas?

Cuando una persona acude a la consulta del psicólogo para buscar una solución o un tratamiento para los problemas de insomnio, hay que buscar las causas del problema. A menudo son varias, pero no hay que descartar la infuluencia de causas meramente ambientales que dificultan el sueño como el exceso de luz o de ruido. O el hecho de llevarse a cabo la experiencia del sueño en condiciones poco recomendables: mala higiene postural, incomodiad del colchón o la almohada utilizada, etc.

También conviene descartar por parte del psicólogo la presencia de factores fisiológicos como las ganas frecuentes de orinar debidas a hipertrofia de próstata, la apnea del sueño, el síndrome de piernas inquietas o el reflujo gastroesofágico

¿Cómo se cura el insmonio?

Desde el punto de vista psicológico muchas veces es necesario atajar el problema subyacente. Una buena psicoterapia puede ayudarnos a combatir la ansiedad o el insomnio aprendido. En este último caso, a diferencia de lo habitual, puede ser necesario suprimir rutinas asociadas al sueño que nos pueden generar ansiedad ante la perspectiva de irnos a dormir. Lavarnos los dientes en la cocina o ponernos el pijama en otra habitación pueden ser ejemplos de ello.

Las técnicas de relajación o la sofronomía pueden ser muy útiles. Se trataría, por ejemplo de dedicar un período mínimo de meditación y concentración en todas y cada una las partes de nuestro cuerpo, fijando nuestra atención en ellas, y evitando cualquier otro pensamiento. Éste o cualquier otro tipo de ejercicio prescrito por nuestro psicólgo pueden resultar muy útiles.

Por el contrario, en ocasiones estará indicado un tiempo de preocupación. Consiste en reservar algún momento del día (por ejemplo, antes de sentarse a cenar), en repasar una por una todas nuestras preocupaciones o temas pendientes del día siguiente  para, una vez agotados, cerrar la mente a cualquier pensamiento relacionado con ellos.

Afrontar el momento de conciliar el sueño de forma relajada y sin presión, es esencial. Y recurrir a imágenes agradables que nos conduzcan en una libre asociación de ideas a la paulatina pérdida de conciencia propia del sueño siempre suele funcionar.

Con estas y otras herramientas, en Vivat psicólogos en Oviedo procuraremos la ayuda necesaria a aquellos que se pongan en contacto con nosotros para solucionar sus problemas de insomnio. No lo dudes y contacta con nosotros.