¿YA NO TE HACE FELIZ?

Desequilibrio en la pareja

En muchas consultas de terapia de pareja los psicólogos escuchamos esta queja procedente de alguna de las partes. Y a tenor de muchos de quienes la profieren parece que la culpa siempre es del otro. Si ya no te hace feliz alguien que antes sí lo hacía es porque o ha dejado de hacer algo o ha cambiado su forma de proceder. Luego el reproche parecería estar justificado

Pero nada es tan fácil. En nuestro ejercicio como psicólogos en Oviedo hemos tenido ocasión de tratar a muchas parejas que vienen buscando solución a sus problemas. En terapia de pareja, suelen acabar aflorando los reproches cruzados y muchas veces los ejercicios tratan precisamente de eso. De airear los sentimientos y las quejas y ventilarlos debidamente. De que no nos guardemos nada y al ponerlo todo encima de la mesa, intentar buscar una solución a los posibles desajustes. O conseguir, al menos localizar, el origen de los problemas de pareja, que ya es un buen punto de partida.

Exigencia y corresponsabilidad

Es un hecho que en la evolución natural de una pareja se atraviesan diferentes etapas. Y entretanto las personas que forman la pareja y deben afrontar esas etapas también cambian. Todos evolucionamos. La cuestión es que los caminos inicialmente paralelos pueden convertirse en divergentes con el paso del tiempo. Y evitar eso, requiere esfuerzo y compromiso. Por parte de ambos,claro está. Un buen ejercicio a la hora de afrontar las crisis de pareja sería lo que podríamos llamar la técnica del espejo inverso. Por contraposición a la conocida como técnica del espejo orientada a mejorar la autoestima. En esta ocasión se trata de potenciar la empatía, poniendo un espejo ante nuestras quejas o exigencias. Es decir, preguntándonos hasta qué punto no caemos nosotros en lo que le achacamos al otro.

Si yo le achaco a mi pareja que ya no se comunica conmigo ¿no estaré haciendo yo lo mismo? Si pienso que ya no tiene atenciones ni detalles como antes ¿he dejado yo de tenerlas? Si las relaciones sexuales son poco satisfactorias ¿he hecho o propuesto algo por mi parte para mejorarlas? Es verdad que estas y muchas disfunciones o pequeños conflictos hunden sus raíces en otras causas. Yo hago esto o dejo de hacer aquello porque mi pareja empezó primero a incurrir en esa conducta. Pero es la pescadilla que se muerde la cola. Precisamente en las terapias de pareja se busca escapar de esos círculos viciosos y de los reproches automatizados.

Detalles y atenciones

Es cierto el símil de la planta o el árbol. Una pareja necesita cuidados y dedicación. Si no la regamos o podamos asiduamente se puede deteriorar. A veces irreversiblemente. En el ámbito de la pareja eso significa cuidados mutuos y pequeñas atenciones. No dar nada por supuesto y buscar salidas para los comportamientos rutinarios. Destellos que rompan la monotonía.

Sin embargo no deben sobrevalorarse los detalles y atenciones, por mucho que los psicólogos recordemos su importancia. Al final lo importante es el nivel de compromiso y los sentimientos profundos de la pareja. Alguien puede ser muy detallista y estar simplemente compensando o sublimando una infidelidad. De poco sirve poner una velita en la mesa o proponer variantes interesantes en las relaciones sexuales si estamos engañando a esa persona o en el fondo la detestamos, o nos aburre. 

Comunicación e intimidad

El remedio esencial para las parejas que sienten resquebrajarse su matrimonio o cuya relación muestra las primeras grietas es siempre el mismo. Comunicación e intimidad. Hay que hablar mucho y siempre respetuosamente. Y una vez restablecidos los vínculos de afinidad y confianza buscar una intimidad más placentera.

Aún así ¿ya no te hace feliz?

Hay relaciones en las que una de las partes no se siente satisfecha. Es muy legítimo. Pero exigir de la pareja que nos haga felices sólo revela un componente de narcisismo o egoísmo un tanto infantil. Cada uno es responsable de buscar y fomentar su propia felicidad. Y a veces, las causas de la insatisfacción están mucho más en uno mismo que en el otro. Se trata de hacerse felices mutuamente. Es una cuestión de reciprocidad y lealtad para con uno mismo y con el otro.

Por eso en Vivat psicólogos en Oviedo os ofrecemos sesiones de terapia de pareja con proyección. No sólo para recuperar la llama, sino para reavivarla con el aire que sopla del futuro. Porque si tu pareja ya no te hace feliz algo está fallando ¿serás tú?.