Es un tópico recurrir a los padecimientos de los alérgicos para contraponer los efectos adversos de la primavera a sus bondades. Desde el punto de vista psicológico es cierto que la primavera puede acarrear ciertos desafíos que no todos los sujetos encajan por igual.
Los psicólogos hablan muchas veces de los atavismos como lastres que permanecen arraigados en nuestras capas más internas y de los que conviene liberarse. Esto puede ser solo una verdad a medias.