No puede enunciarse así, porque la depresión es una enfermedad y no una característica de la personalidad o del sexo, pero sí. Las estadísticas demuestran una mayor probabilidad de las mujeres de padecer trastornos depresivos que los hombres.
Se habla mucho en los mentideros próximos a la psicología y a ciencias – o pseudociencias – aledañas, de personas tóxicas o vampiros emocionales.